El público del Cruïlla es tan diverso como su programación, por eso nos comprometemos a dar respuesta a todas sus necesidades ya hacerlo accesible para todo tipo de realidades.
Te explicamos todas las acciones que hemos llevado a cabo como festival para convertirlo en un espacio que invite a la reflexión, alimente el espíritu crítico, esté abierto a todo el mundo y haga sentir como en casa a todo el que forme parte de él.
LA LUCHA POR EL ACCESO AL AGUA
El agua es vida, hacemos que fluya y llegue hasta la Franja de Gaza.
La escasez de agua que estamos afrontando, aquí y a nivel mundial, agravada por la crisis climática es un tema que nos preocupa. Una de cada cuatro personas no tiene acceso a agua potable, provocando enfermedades, hambre, conflictos por los recursos y desplazamientos forzados. Queremos poner nuestro granito de arena para remediar esta situación de la mano de Oxfam Intermón, con el fin de aportar soluciones inmediatas y a largo plazo para llevar agua donde más es necesario.
Como en el caso de la Franja de Gaza, donde la escasez de agua potable se ha convertido en un problema urgente imposible de ignorar. Oxfam Intermón ya ha hecho llegar agua y productos higiénicos a 120.000 personas, pero faltan muchas más. Por eso, este año los donativos que se recogen de las ventas de entradas y de los sobrantes de las pulseras cashless seran para contribuir con esta ONG en las instalaciones de plantas desalinizadoras de agua que funcionan con energía solar y proporcionan agua limpia y sin riesgo de contaminación.
La pobreza tiene una solución y el acceso al agua es un paso crucial para combatirla. Es necesario. Es vital. Más claro, agua.
ESPAI TRANSFORMA’T
Por segundo año consecutivo, vuelve al Festival Cruïlla el Espai Transforma’t, coordinado por la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament del Govern de la Generalitat. Un espacio que fue un punto de encuentro para diversas entidades y ONGs que estén comprometidas con el cambio social. Quiere ser un lugar de reflexión sobre la situación en el mundo, las desigualdades, las injusticias y las causas estructurales que las provocan y generar conciencia crítica en el público del festival, de forma lúdica y positiva.
UN CRUÏLLA PARA TODO EL MUNDO
Queremos crear un espacio cómodo, seguro, cívico y respetuoso para los asistentes. Y un espacio no es seguro si la mitad de las asistentes no se sienten seguras.
Para prevenir y atender cualquier agresión o comportamiento machista, año tras año contamos con un Punto Violeta presente en un espacio visible dentro del recinto y también con personal cualificado itinerante durante los cuatro días de duración del festival.
Este año hemos colaborado con ARANA Feminista, un proyecto feminista colaborativo conformado por profesionales especializadas en género, psicopedagogía e intervención social. Las profesionales trabajan repartiendo material informativo, fomentando el debate y el pensamiento crítico a través de dinámicas participativas, y detectando y atendiendo a situaciones de violencia, dando apoyo psicológico y activando los protocolos pertinentes. Además, seguimos adheridas al protocolo No Callem del Ayuntamiento de Barcelona.
Tampoco hemos tolerado ninguna actitud LGTBIQfóbica, racista, capacitista ni cualquier otra que atente contra la seguridad, el bienestar y los derechos de los asistentes al festival.
Este año hemos colaborado con EnBucle para facilitar el acceso a la música en directo a personas con diferentes grados de sordera. Durante los conciertos de Malmö 040, Shinova y Selah Sue del viernes 12 de julio y de Ginestà, Marala y Peter Fox del sábado 13 de julio, todos ellos celebrados en el Escenario Vueling, se ofrecerán 15 bucles magnéticos y 15 mochilas vibratorias.
El bucle magnético permite hacer llegar el sonido directamente al implante coclear o al audífono con posición de T a las personas que lo lleven eliminando el ruido ambiente, mientras que las mochilas vibratorias se conectan a un sistema de transmisión de audio y, como su nombre indica, vibran al ritmo de la música permitiendo a la persona experimentarla de una forma más tangible y sensorial.
Además, hemos dispuesto de tapones para la protección auditiva de todas las personas que lo necesiten. Se pudieron obtener en las taquillas antes del acceso.
Por otro lado, el recinto del festival también cuenta con zonas adaptadas para personas con movilidad reducida en todos los escenarios, con buena visibilidad sobre los artistas, y un carril de acceso rápido para que puedan acceder al recinto cómodamente.
Este año hemos vuelto a colaborar con el Catering Social Mescladís, una entidad sin ánimo de lucro que tiene la voluntad de contribuir a un horizonte de cohesión social en Barcelona, para una convivencia enriquecedora entre culturas, con derechos y oportunidades garantizados para todos y todas. Así, impulsa oportunidades para personas que tienen difícil acceder a un puesto de trabajo, muchas de ellas migrantes que ven sus derechos de ciudadanía, como trabajar, negados.
La entidad ofreció sus servicios de restauración a los trabajadores y trabajadoras del festival durante los días de montaje y celebración del mismo. El catering se realizó a partir de un modelo de sostenibilidad social y medioambiental.
Buscamos que la música llegue a todos y sea para todos. Por eso, todos los proyectos del Cruïlla son accesibles para colectivos en riesgo de vulnerabilidad y exclusión social con la colaboración de Apropa Cultura, y el Festival Cruïlla no es una excepción: este año ofrecemos hasta 900 entradas a un precio reducido para miembros de estos colectivos.
Además, también ofrecemos descuentos para personas con discapacidad y su acompañante en caso de que el certificado lo especifique y para personas en paro, facilitando el acceso a la cultura como bien esencial y no como un lujo.
El compromiso social no es para nosotros una rama más del festival: es la raíz.
Creemos que los grandes eventos deben tender hacia el modelo Cruïlla. Un modelo de festivales de tamaño medio, dirigidos al público local, comprometidos con el territorio, los ciudadanos y el medio ambiente.