Sesenta mil vidas salvadas en menos de 5 años. El equivalente a dos veces la población de Sitges. Ahora, el barco Open Arms es demasiado viejo para poder seguir navegando. ¿Cómo podemos aportar nuestro granito de arena?
RESTAURA EL OPEN ARMS
Si eres el/la mejor restaurador/a de barcos del Mediterráneo, ponte en contacto con la organización y restaura un barco remolcador con más de 59.000 millas de travesía (95.000 km en el mar) en solo dos años.
DONA UN BARCO
Si tienes un barco de más de 30 metros de eslora, capaz de aguantar temporales como los de estos días y con suficiente motor como para dar el equivalente a 2 vueltas al mundo, dónalo. El actual barco, el Open Arms, es un antiguo remolcador de 50 años y ya no puede aguantar más averías ni reparaciones.
EMBÁRCATE
Si eres doctor/a, enfermero/a, socorrista profesional, cocinero/a… sube al Open Arms y actúa desde dentro. Convive durante semanas, si tienes coraje, a bordo de un barco con personas que huyen de la pobreza, el hambre, el frío, las violaciones o la muerte. Todo esto, mientras los gobiernos y las autoridades portuarias se piensan si dejaros entrar en su puerto.
HAZ UNA DONACIÓN PUNTUAL O PERIÓDICA
Todas las soluciones anteriores son casi impensables para gran parte de la sociedad. Poca gente sabe arreglar barcos o está dispuesta a donar uno. Y muy poca gente puede dejarlo todo para embarcarse en un barco en tarea humanitaria. Pero hay una solución que sí está a nuestro alcance:
Esta semana se ha puesto en marcha un crowdfunding para facilitar el reto e invitar a todo el mundo a hacerse mecenas de la causa humanitaria de la organización. Entra aquí y dona la cantidad que crees que puedes aportar para afrontar la adquisición de un nuevo barco. O entra en la web y programa donaciones periódicas para cubrir necesidades tan básicas como la alimentación y las mantas de las personas rescatadas. ¡Cualquier ayuda es buena!
DIFUNDE LA INFORMACIÓN ENTRE LOS TUYOS
Dicen que con todos los conocidos de 6 personas y los conocidos de los conocidos de estas, seis veces, se puede llegar a conectar con toda la humanidad. Aprovechemos la tecnología, las redes sociales y el boca-oreja para que el llamamiento del Open Arms llegue cada vez más lejos. ¡Cualquier difusión ayuda!
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Las imágenes de cadáveres en las playas son solo una minúscula parte de lo que está pasando en el Mediterráneo. No dejemos que la organización que se deja la piel ayudando a toda esta gente tenga que abandonar el Mediterráneo. No miremos hacia otro lado.